Plaza de la revolución

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sábado, 22 de diciembre de 2012

Panchito vaticinó a Sandy


Autor: Caridad Franco Vega

El escuela para niños autistas, de santiago de Cuba, fue prácticamente devastada por los descomunales vientos de Sandy. Hoy la voluntad y el empeño con que allí se labora harán posible, que muy pronto los escolares con necesidades educativas especiales retornen a su escuela y a sus imprescindibles rutinas.

"(...) era como si fuera un tornado, yo lo vi hacia mucho ruido  (...)". Así me describe Panchito lo que sintió y vivió cuando en la madrugada del 25 de octubre el Huracán también rompió su imprescindible rutina. Mientras continúa moviendo su mano derecha de manera repetitiva como si dibujara en el aire un tornado.

Frank Elicer Pérez Gómez, adolescente autista tiene 16 años y gracias a la familia y a la escuela ha desarrollado habilidades de comunicación y socialización y además parece tener una especial capacidad de predecir acontecimientos futuros, esto me lo aseguró su profesora Maribel Rayas Pérez, quien dirige la  Escuela Willam Soler Ladea, que atiende a niños y jóvenes autistas.

Maribel agrega que "desde la semana, anterior a que ocurriera el ciclón, Panchito daba vueltas una y otra vez en el patio de la escuela se tapaba los oídos y decía que Santiago de Cuba iba a ser historia y el domingo se fugó de su casa repitiendo que había que ayudar a las personas.

"Tanto su familia como en la escuela pensamos que estaba sufriendo alguna involución pero no, pues llegó el 25 de octubre y nos dimos cuenta de que Panchito hablaba de esa gran devastación que provocó el huracán Sandy. Y es que cada vez más necesitamos continuar investigando y creer pues muchos autistas son capaces de predecir muchas cosas"

Por estos días Panchito no va a su escuela, pues la William Soler para niños autistas de Santiago de Cuba, no solo sufrió descomunales daños materiales sino también en los recursos tecnológicos.

Su directora se aflige mucho cuando rememora tantas perdidas pero muy activa supervisa cada detalle del trabajo y comenta agradecida "a obra avanza a paso gigante, los constructores han mostrado un sentido de pertenencia por recuperar el centro, aportando horas de trabajo voluntario tanto después de sus jornadas como los fines de semana"
   
Por ahora los niños se encuentran en aulas habilitadas en hogares y otros centros educacionales, recibiendo la atención educativa integral. De manera que lo escolares desarrollen sus potencialidades y logren la integración social. 

La laboriosidad, el empleo óptimo del tiempo y los recursos, vuelven a ser decisivos para que adolescentes y niños autistas como Panchito retornen a  su escuela.


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