Autor : Karina Sotomayor Otero
En
sus 32 ediciones ininterrumpidas, el Festival del Caribe, ha ido más
allá de una fiesta por la cultura popular tradicional para convertirse
en una plataforma de lucha de los intelectuales, académicos y artistas.
La
visión trasciende lo local-caribeño para visualizar continentes,
problemas raciales, la colonización cultural y la integración social. En
estos momentos, la mpaka, símbolo mágico religioso del Caribe está en
manos del Caribe Colombiano, invitado de la Fiesta del Fuego de 2013.
El
Festival, al finalizar este año, deja atrás una edición intensa tanto
en las jornadas teóricas como en las artísticas. Los intelectuales se
confirmaron como voces unidas en el diálogo sobre la cooperación
regional, el antirracismo, el pensamiento progresista renovador y la
descolonización cultural. Se demostró que es necesidad primera entender,
defender y desarrollar el Caribe como concepto y región.
Participaron
más de una treintena de delegaciones en un evento donde se habló
también sobre justicia y libertad al realizar el Forum de Solidaridad
Caribeña y el Encuentro del Caribe por los Cinco.
Para julio
venidero, la región norte de Colombia estará de fiesta en esta ciudad.
Será la segunda ocasión en la que Colombia se invite al evento si se
recuerda la convocatoria del año 1994.
Diplomáticos colombianos
aseguraron que la próxima edición será recordada por su calidad y
participación internacional. Se ofrecerá como una excusa más para
fortalecer los lazos de cooperación entre los dos países, una necesaria
oportunidad para conocer aún más el Caribe Insular.
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