Los convidados a la 32 edición de la Fiesta del Fuego llegarán hoy hasta las cercanías del poblado de El Cobre para rendir homenaje a siglos de rebeldía esclava en América Latina y el Caribe.
Siguiendo la Ruta del Esclavo, los participantes escalarán hasta lo alto del Cerro del Cardenillo, desde el que una escultura monumental consagrada a la memoria de miles de anónimos cimarrones domina las inmediaciones de la mina más antigua de América y la humilde villa, donde se encuentra el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
El monumento al Cimarrón, obra del escultor santiaguero Alberto Lescay, celebrará de esta manera sus primeros 15 años bajo el sol del trópico y sobre las cabezas de los peregrinos que acuden a postrarse ante la Virgen negra del oriente cubano.
La estilizada imagen del Cimarrón de Lescay evade todos los estereotipos, según comentó ayer el propio artista.
"No me interesaba representar a un negro cargado de cadenas rotas y huyendo de los perros", afirmó.
Lescay confesó asimismo que tardó años en emprender este tributo al cimarronaje, "a ese espíritu y esa realidad histórica tan importante para nuestra cultura".
Esta jornada de sábado será dedicada en el Taller de Religiones Populares a la reglas de Ocha e Ifá de la religión yoruba; en tanto, el Coloquio Internacional El Caribe que nos une tratará tópicos como la racialidad en la plástica cubana y la identidad nacional en la obra de Wifredo Lam.
El Festival del Caribe dedicará además este día a agasajar a las delegaciones de Argentina y México, que tendrán sus galas respectivas en los teatros Heredia y Martí.
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