Mariano Aldana
Solo bastaron pocas semana de intenso trabajo para reaccionar ante la justa crítica que le hiciera el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana (GNAU) a esta provincia.
No es menos cierto que el llamado hecho para volver a ocupar los lugares cimeros en el país, se debió en lo fundamental al débil desempeño que mostraron los santiagueros en esta alternativa popular de producir alimentos para el pueblo.
Para nadie es un secreto que si no se siembra, no hay producción. Y eso realmente pasó en toda la provincia, con marcado énfasis en el municipio Mella, que en la pasada evaluación del GNAU aportó un regular al territorio.
Ello, por su puesto demandó un serio y profundo análisis para detectar las causas que provocaron la insuficiencia en el trabajo. Se sacaron las experiencias y un nuevo enfoque de hacer las cosas.
El tiempo demostró que cuando se quiere, se puede, y los resultados comenzaron aflorar. Hoy, cuando el GNAU recorrió toda la provincia no pudo menos que quedar sorprendido por el cambio experimentado.
Los números, aunque son fríos, dicen a las claras hasta donde se ha llegado y el camino transitado. La puntuación alcanzada de 99 puntos, es la máxima que otorga el Grupo, y por ello no se hizo esperar el también justo reconocimiento por presentar una situación aegrotécnica envidiable.
Es innegable que se ha avanzado, pero aún falta mucho por andar; el resultado alcanzado ubica a la provincia en el cuarto lugar a nivel nacional, posición que pudiera cambiar o no, porque aún faltan por evaluar los territorios de Holguín y Guantánamo.
Los santiagueros viven hoy un buen momento que se pudiera traducir en un mejor trabajo que avale un ascenso sostenido. No podrá haber a partir de ahora insuficiencias, si en verdad queremos llegar hasta lo más alto de la fraternal emulación que desarrolla el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana.
Se acercan las fiestas de fin de año, y el territorio presenta una favorable situación en la producción de hortalizas y vegetales. No hay que preocuparse porque habrá suficientes para alegrar las mesas en los días finales de diciembre, y con ello esperar el 2012 llenos de optimismo para enfretar nuevas y difíciles tareas.
Solo bastaron pocas semana de intenso trabajo para reaccionar ante la justa crítica que le hiciera el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana (GNAU) a esta provincia.
No es menos cierto que el llamado hecho para volver a ocupar los lugares cimeros en el país, se debió en lo fundamental al débil desempeño que mostraron los santiagueros en esta alternativa popular de producir alimentos para el pueblo.
Para nadie es un secreto que si no se siembra, no hay producción. Y eso realmente pasó en toda la provincia, con marcado énfasis en el municipio Mella, que en la pasada evaluación del GNAU aportó un regular al territorio.
Ello, por su puesto demandó un serio y profundo análisis para detectar las causas que provocaron la insuficiencia en el trabajo. Se sacaron las experiencias y un nuevo enfoque de hacer las cosas.
El tiempo demostró que cuando se quiere, se puede, y los resultados comenzaron aflorar. Hoy, cuando el GNAU recorrió toda la provincia no pudo menos que quedar sorprendido por el cambio experimentado.
Los números, aunque son fríos, dicen a las claras hasta donde se ha llegado y el camino transitado. La puntuación alcanzada de 99 puntos, es la máxima que otorga el Grupo, y por ello no se hizo esperar el también justo reconocimiento por presentar una situación aegrotécnica envidiable.
Es innegable que se ha avanzado, pero aún falta mucho por andar; el resultado alcanzado ubica a la provincia en el cuarto lugar a nivel nacional, posición que pudiera cambiar o no, porque aún faltan por evaluar los territorios de Holguín y Guantánamo.
Los santiagueros viven hoy un buen momento que se pudiera traducir en un mejor trabajo que avale un ascenso sostenido. No podrá haber a partir de ahora insuficiencias, si en verdad queremos llegar hasta lo más alto de la fraternal emulación que desarrolla el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana.
Se acercan las fiestas de fin de año, y el territorio presenta una favorable situación en la producción de hortalizas y vegetales. No hay que preocuparse porque habrá suficientes para alegrar las mesas en los días finales de diciembre, y con ello esperar el 2012 llenos de optimismo para enfretar nuevas y difíciles tareas.
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