Plaza de la revolución

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jueves, 17 de noviembre de 2011

Fruti Cuba…el sabor de las lomas del Caney

Autor :Israel Hernández Planas

Generaciones de santiagueros han degustado las frutas del Caney que tan especial dulzor y textura les confieren el título de  las mejores de Cuba. Por eso cercano a nuestra ciudad un sitio enclavado en el corazón del añejo poblado Caney proporciona el placer del consumo de todo el género frutal que se de por  estos dominios.

Cuando el sanluisero Félix Benjamín Cagnet, creador de la primera novela, mordió una tajada de mango y una rebanada de piña del Caney, quedó prendado  de las delicias de estas tierras y no pudo menos que llevar a partitura la melodía que mejor pudo explicar la experiencia de su paladar.

“Frutas!, quién quiere comprarme frutas,
mangos de mamey y biscochuelo,
piña, piña dulce como azúcar,
cosechadas en las lomas del Caney”, 

Compuso Cagnet, una suerte de joya trovadoresca inmortalizada por  voces como la de Compay Segundo.

Es el Fruti Cuba del Caney un símbolo identitario que ha sido parte de la vida de los caneyenses y de los santiagueros de antaño. Desde su surgimiento en la década del  1960 el Fruti ofertó desde una suprema de piña hasta ricos helados de diversos sabores frutícolas, pasando por toda una gama de mermeladas y jugos. Hoy las ofertas  contentan a algunos pobladores del Caney que se dan por bien servidos,  ientras otros apelan a la añoranza y ni asoman su presencia por la célebre esquina para no deteriorar más los recuerdos de tiempos pródigos.

“El Fruti era una señora cafetería, comías muchas frutas y otras golosinas que ya no venden como el panqué. Yo que viví todas sus épocas sé que no está mal pero no es igual que cuando empezó”, explica Luis Reyes quien no entiende porque la reducción de frutas de estación ha sido drástica en la cartelera del Fruti cuando siguen estando las tierras caneyenses siguen siendo pródigas en frutales.

Sin embargo muchos como el Doctor Ignacio Silveira López califican de buenas las ofertas del Fruti: “Es un sitio cuyas ofertas son excelentes y variadas y la atención es el plato fuerte de la casa”, expresa el Doctor mientras degusta un jugo de mango.

Por lo general las nuevas generaciones encuentran al Fruti como una excelente opción comunitaria que satisface los gustos de estudiantes y trabajadores que pasan por el lugar cada día. Mariela Sánchez, una residente dice que gusta mucho de un producto en particular: “Los helados son buenísimos, es agradable poder disfrutar de un helado de frutas sin tener que ir a una cremería en Santiago, lástima que los sabores sean muy limitados”, acota Mariela.

Hace a penas algunos meses el Fruti volvió a levantarse del olvido y fue noticia con la reparación que recibiera esta instalación. A poco tiempo del rescate las termitas, que gustan más de las maderas que de las frutas, intentan  frustrar el empeño de los restauradores que tanto se esmeraron en el techo  estilo colonial.

Sin embargo todo esto sería, el menor de los problemas si los almacenes del Fruti rebosaran de frutas de estación y sus ofertas poblaran la cartelera. Hoy solo algunas mermeladas y jugos suplen las necesidades de consumo.

“Quisiéramos tener la posibilidad de conservar pulpas de frutas que cuando se va la estación ya no podemos ofertar. Intentamos siempre tener jugos y mermeladas y gracias a la nueva sorbetera ofertamos helados pero se nos hace difícil tener derivados de frutas que no se cosechan en el momento”, explica Bárbaro Joel Savigne Palacio, Director de Gastronomía del Poblado del Caney.

Por ello se impone atajar los pequeños problemas a tiempo y empeñarse al máximo para lograr una explosión de productos con las frutas que la estación nos brinda. Sin embargo buscar las fórmulas que permitan a este sitio brindar mucho más derivados de cualquier fruta es algo que debiera ocupar desde ya a las autoridades del sector.  Sólo hay que pensar mucho más en el comercio y en un cliente satisfecho. Sólo cabe pensar en mantenerlo en la lista de uno de los sitios célebres de esta bella ciudad.


 

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