Plaza de la revolución

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miércoles, 12 de octubre de 2011

A 40 años de la agresión a Boca de Samá

Autor :Armando Fernández Martí 

Para los habitantes de Boca de Samá, pequeño caserío de pescadores, ubicado en las proximidades de Banes, en la costa norte oriental, la noche del 12 de octubre de 1971, hace 40 años, quedó marcada para siempre en sus vidas, tras un criminal ataque de dos lanchas piratas al servicio de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, que dejó un saldo de dos muertos y cuatro heridos.

La intención de los 14 terroristas que tripulaban las dos lanchas rápidas de la CIA, era desembarcar en ese  humilde caserío e izar allí la bandera de la organización terrorista Alfa 66, pero la acción de unos pocos miembros de la Tropa Guardafrontera destacados en ese lugar, impidió que los mercenarios lograran ese propósito y tuvieran que retirarse.

No obstante, en la huida los criminales ametrallaron todo el caserío, refugiándose después en una fragata que los esperaba en alta mar, desde la cual abrieron fuego de grueso calibre sobre el pequeño poblado y sus alrededores, provocando numerosos daños en las endebles viviendas de madera y dejando el lamentable saldo de víctimas inocentes.

Durante el ataque murieron los combatientes de Tropas Guardafronteras, Livio Rivaflecha Galán y Andrés Ramón Sian Portales y herido en ambas piernas Carlos Escalante Gómez; en tanto también sufrieron serias lesiones las hermanas Ángela y Nancy Pavón, esta última perdiendo uno de sus pies y el obrero agrícola Jesús Igarza Osorio.

Las lanchas atacantes partieron para ejecutar la traicionera acción terrorista desde Cayo Bizcaíno, en La Florida, poniendo de manifiesto una vez más la complicidad de Estados Unidos con hechos de este tipo, permitiendo que desde su territorio actuaran grupos mercenarios organizados y financiados por la CIA en su guerra contra Cuba.

Este ametrallamiento del caserío de Boca de Samá el 12 de octubre de 1971, fue dirigido por el connotado terrorista Santiago Álvarez Fernández Magriñat, socio inseparable de Luis Posada Carriles. Ambos se pasean hoy libremente por las calles de Miami alardeando de sus crímenes y prometiendo continuar la lucha contra Cuba y su Revolución, ejecutando acciones cobardes como estas.

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